El año 2020 nos ha dejado claro que las cosas están cambiando con respecto a este tema. Cuando hace solo un par de años yo aún seguía trabajando a distancia para una empresa y era yo la que ponía mi equipo y mis recursos, y no tenía ninguna compensación económica, este mismo año, en septiembre de 2020 se ha redactado un Decreto-ley que regula esto.
Si bien sigue habiendo muchos trabajos que requieren de la “presencialidad”, ahora más que nunca hemos podido comprobar que son muchos más los puestos que se pueden desarrollar desde casa, que hay empresas que han apostado por el que sus empleados trabajen en remoto y los emprendedores hemos comprobado que el mundo online es mucho más amplio de lo que pensábamos y que la gente ya va acostumbrándose a trabajar a distancia con nosotros.
Sin ir más lejos, este año pasado he trabajado muchísimo más con clientes que viven a muchos kilómetros de distancia, actualmente la CEO de una empresa con la que trabajo, se ha trasladado a Mexico y no tenemos ningún problema de comunicación, incluso con la diferencia de horario. Además los clientes que están cerca asumen que no es necesario vernos en persona para que mi atención a sus necesidades y mi trabajo no sea el mismo que si pudiésemos reunirnos de forma física.
Como ya dije, en aquel primer post sobre este tema:
Nadie ha dicho que sea una tarea fácil, ya que en un gran porcentaje depende de tu formación y del tipo de trabajo al que te dediques.
Con el confinamiento y toda la situación que vivimos (y seguimos viviendo) este pasado año, muchas personas decidieron hacer un cambio laboral en sus vidas, decidieron que era el momento de comenzar aquel proyecto en el que llevaban mucho tiempo pensando o simplemente su situación laboral cambió de forma dramática y se decidieron por el emprendimiento. En este punto crítico también muchas de esas personas han tomado el camino digital y cada vez somos más los emprendedores que trabajamos desde casa.
Una persona que acaba de terminar sus estudios y jamás ha trabajado en una empresa, tendrá mucho más difícil el poder entender las labores a desarrollar en el puesto ya que hay ciertos conocimientos y habilidades que sólo se pueden desarrollar en un ambiente laboral llamémoslo “tradicional”. Aunque no todas las empresas funcionan de la misma manera, a mi modo de ver es una experiencia que se debe adquirir.
Desde mi propia experiencia es un sueño cumplido.
Trabajar desde casa de forma autónoma es para mí un sueño cumplido. La independencia, organizar tus propios horarios, dedicarme a lo que me gusta, poner parte de mí en cada trabajo que desarrollo para mis clientes y muchas cosas más. También conlleva una serie de dificultades que se me plantean día a día, el conseguir nuevos clientes para cubrir mis gastos y tener un sueldo digno, el tener además que hacer gestiones relacionadas con mi negocio y que me llevan horas de más trabajo (no remuneradas), la soledad que implica a veces cuando un trabajo que estás realizando y necesitarías ayuda externa para solucionar ciertas cuestiones o simplemente encontrar soluciones con más facilidad gracias a tener alguien trabajando contigo.
ALGUNOS TIPS QUE YO HE APRENDIDO DESDE MI PROPIA EXPERIENCIA COMO EMPRENDEDORA.
Hay ciertas tareas que deberás delegar: delega aquellas de las que no eres un experto o aquellas que están fuera de tus conocimientos. Por ejemplo una asesoría que lleve todas tus gestiones de impuestos y presentación de papeleos en Hacienda, para mí es fundamental.
Seguir un horario lo más estricto posible y no dejarte llevar por falsas emergencias que puedan ir surgiendo: agenda cada tarea, las que haces para tus clientes y las que necesitas hacer para ti mism@.
Vístete cada día como si fueses a trabajar fuera de casa, o al menos no trabajes en pijama. Esto no sólo te hará ponerte en modo productivo, si no que además te ahorrará tiempo si te surge salir de casa para solucionar algún asunto urgente. Te verás mejor y eso siempre tendrá un efecto positivo.
Relaciónate de vez en cuando con profesionales como tu, mantén contacto con gente en tu misma situación, esto hará que no desconectes del mundo en tu propia burbuja y estés en contacto con el mundo real de otros autónomos o emprendedores. Yo hablo de vez en cuando con un par de amigas que trabajan en otras ramas, pero al igual que yo son su propia empresa. Además entro en redes sociales y comento con otros profesionales (esto hazlo en horas en las que no estés trabajando, ese descanso de media mañana o después de comer es cuando yo suelo hacerlo).
Descansa cuando sea necesario. Muchas veces me he visto abrumada de trabajo y he seguido trabajando en la hora de comer y enlazando con la tarde, o comiendo delante del ordenador, alargado las horas del día en 2 o 3 más fuera de una jornada laboral razonable… y lo único que conseguía era estar muy cansada y llegar a un momento de agotamiento en el cual ya no conseguía rendir.
Realiza alguna actividad fuera de casa… esta es la que a mi más me cuesta, salir de casa cuando a lo mejor no tengo ninguna necesidad específica por la que moverme de allí. Este nuevo curso he comenzado a ir al gimnasio y eso me está dando la vida, me aseguro que al menos bajo 2 o 3 días en semana y no solo me viene bien físicamente, al tener un trabajo sedentario 100%, si no también mentalmente al centrar mi atención en algo totalmente distinto a mi actividad.